miércoles, marzo 07, 2007


La cabeza me da vueltas, más de rabia que por la cerveza que me bebí en ayunas, aunque eso me sirve de excusa. Sirvió para dormir la conciencia, mi señorita Rottenmeller (o como se escriba) personalizada, y tremendamente eficiente.
Tengo sueño, a penas he dormido, y eso me trastoca un poco el juicio, me hace ser más temeraria. Tengo que aprovecharlo, porque de normal no reaccionaré nunca. El empujón viene ahora, solo tengo que seguir su estela, y puede que en un momento determinado acae con estos remordimientos absurdos.
Mañana no recogeré a Nur del colegio, mi madre no irá a clase de yoga esta semana, igual que no fue la semana pasada. La verdad es que no me importa nada, al menos ahora. Se lo merece, fue ella quien tuvo una hija (bueno, de hecho dos, pero creo que eso lo olvida convenientemente), no yo.
Que triste, no soy capaz de comunicarme con ella, para que entienda cómo creo yo que funciona el mundo. Para que sepa que no quiero hacerle daño... o puede que a estas alturas sí quiera. Pero no lo haré.
Me encanta el sueño adolescente de desaparecer, de esfumarse. Solo subir a un tren y alejarse, sin nada, dejar todo atrás. No puedo hacerlo, aunque me atrae.
Aun quedan cosas aqui que merecen la pena.

2 Comments:

Blogger katakraos said...

no te digo nada... y te lo digo todo...

bexox... ;)

5:14 p. m.  
Blogger Ibn Sina said...

Estimada Kartones:

Hace tiempo que no te pasas por mi Libro. Esperamos una visita tuya.

Besos y abrazos.

10:28 p. m.  

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