Y de nuevo...

Tristeza por todas partes...
Ahora se lo que es estar realmente triste, más allá del enfado y de la furia está la tristeza, que te envuelve como una capa térmica, y no deja que entre el resto del mundo hasta que lo tiñe de blue.
En el pecho me pesa algo, justo en el barranco de la palpitación.
Ahora lloro por nada, y soy dura en los peores momentos. Y digo cosas que duelen, y me callo cosas que amargan. Por no molestar...
Siempre por no molestar, por no llamar la atención, por no distraeros de vuestras cosas, que son muchas y muy importantes (¿más que yo?). Es vuestra vida, y no quiero amargárosla con mis problemas, que al fin y al cabo son solo míos, o eso quisiera.
Sigo por inercia, porque algunas cosas aun dependen de mi. No quiero que nada dependa de mi, quiero ser libre para tomar mis propias decisiones y poder seguir mis impulsos.
Esto no es una vida, esto es morirse por dentro cada día, y amargarse y pudrirse, y despedir efluvios que nadie aguanta, y colmarlo todo de dolor y tristeza, y amar lo que nos daña y bañarlo en amargura, de tal forma que ya no se sabe si se ama o se repugna.
No es esto lo que yo quise para mi, ni por lo que he luchado. No se si el sentimiento es muy común, aunque no me extrañaría que lo compartieran muchas personas. No me alivia, sigo sin quererlo.